Mujer haciendo una valoración
June 10, 2025 Tecnología

Cómo diagnosticamos el TDAH en Little Steve: un enfoque más allá de los test tradicionales

El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes en la infancia y adolescencia, ademas de acompañarnos toda la vida.  Se estima que entre el 7 y el 10% de la población mundial padece TDAH, lo que suponen más de 700 millones de personas en el mundo. Sin embargo, muchas veces, el camino hacia un diagnóstico preciso puede ser confuso, tardío o incompleto. En Little Steve, entendemos que el TDAH es un trastorno complejo, que no se manifiesta igual en todas las personas y por eso creemos que el diagnóstico debe ir más allá de unas simples listas de verificación o cuestionarios psicométricos.

En este artículo te explicamos cómo enfocamos el diagnóstico del TDAH de forma diferencial, integrando herramientas de alta precisión y validadas científicamente como el neurofeedback y el biofeedback, y por qué esto marca la diferencia para muchas familias.

¿Qué es el TDAH?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se caracteriza por un patrón persistente de déficit de atención, hiperactividad e impulsividad que interfiere con el desarrollo y el funcionamiento diario. Afecta tanto a niños como a personas adultas, aunque muchas veces el diagnóstico llega tarde, cuando los problemas ya han tenido un impacto importante en la vida académica, emocional o laboral.

Hay tres tipos principales de TDAH:

  • Predominantemente inatento (dificultad para concentrarse, síntomas de falta de atención como olvidar tareas o distraerse fácilmente).
  • Predominantemente hiperactivo-impulsivo (conductas como hablar en exceso, moverse constantemente, dificultad para esperar su turno).
  • Combinado (mezcla de ambos grupos de síntomas).

Muchos padres y docentes observan los síntomas del TDAH desde los primeros años de escolarización, pero el diagnóstico formal, en muchas ocasiones, no llega hasta los 12 años o incluso más tarde. Esto puede deberse a múltiples factores: falta de información, miedo al estigma o dificultades para acceder a un profesional de la salud con formación específica. De la misma forma, en la actualidad, muchos adultos padecen TDAH sin saberlo, ya que cuando estos eran pequeños no se llevaban a cabo diagnostico de este trastorno del neurodesarrollo. 

Cómo se diagnostica tradicionalmente el TDAH

En la mayoría de clínicas o centros de salud, el diagnóstico del TDAH suele centrarse en entrevistas clínicas, cuestionarios para padres y profesores, y test psicométricos estandarizados. Estos métodos son válidos y útiles, pero también tienen limitaciones: se basan casi exclusivamente en la observación del comportamiento, lo que puede generar diagnósticos parciales o erróneos si no se analiza la causa real del problema.

Por ejemplo, un niño con síntomas del TDAH puede estar viviendo una situación de bullying, ansiedad o dificultades familiares. También puede presentar otros trastornos mentales que se confundan con el TDAH (como el Trastorno del Espectro Autista o la Depresión Infantil). Por eso, en Little Steve, creemos que es clave ir más allá de los síntomas visibles. No todo es TDAH y dos personas pueden presentar diferente sintomatología. En Little Steve no buscamos etiquetar, buscamos entornar que le pasa a cada persona para poder ofrecerle el mejor plan de tratamiento. 

El enfoque integral de Little Steve: TDAH con datos objetivos

En Little Steve, nuestro diagnóstico combina la mirada de un psicólogo clínico y un equipo médico  especializado en trastornos del neurodesarrollo con herramientas de medición objetiva basadas en tecnología avanzada:

Evaluación psicofisiológica

Antes de cualquier intervención, realizamos una evaluación integral que analiza:

  • Ondas cerebrales mediante electroencefalograma (EEG) cuantitativo
  • Ritmo cardíaco y su variabilidad (HRV)
  • Tensión muscular (EMG)
  • Conductancia galvánica (nivel de activación)
  • Temperatura periférica

Esto nos permite obtener una “foto real” del estado del sistema nervioso autónomo y del funcionamiento cerebral de cada persona. No hablamos de etiquetas generales, sino de perfiles únicos.

Junto con estas herramientas, utilizamos escalas estandarizadas y la entrevista clínica, fundamental para entender lo que ocurre, ver como afecta en la vida de la persona y de su entorno y poder tomar decisiones que mejoren la vida de las personas. 

Neurofeedback y biofeedback como parte del diagnóstico

A diferencia de otras clínicas, utilizamos desde el inicio sesiones de biofeedback y neurofeedback para observar cómo responde el cuerpo y el cerebro ante estímulos, tareas cognitivas o momentos de reposo. Esta metodología, avalada por instituciones como la Academia Americana de Pediatría, está considerada altamente eficaz en TDAH.

Con estas técnicas, no solo podemos confirmar si hay un trastorno por déficit de atención, sino también identificar el tipo de alteración funcional específica: por ejemplo, si hay predominancia de ondas Theta (característica del TDAH inatento) o un exceso de ondas Beta (relacionadas con ansiedad o sobreexcitación).

¿Por qué es importante un diagnóstico así de completo?

Porque el tratamiento del TDAH solo será realmente eficaz si entendemos de forma profunda cómo está funcionando esa persona, no solo a nivel conductual, sino también fisiológico y neurológico. Cada persona es única, su cerebro se configura de una forma diferente y es necesario entenderlo para poder trabajar. 

Además, al integrar el trabajo con funciones ejecutivas, emociones, entorno familiar y escolar, y datos objetivos del cuerpo y el cerebro, evitamos sobre-diagnósticos o tratamientos farmacológicos innecesarios.

El papel del diagnóstico en el TDAH en adultos

El TDAH en adultos sigue siendo uno de los grandes invisibles dentro del campo de la salud mental. Durante muchos años, se asumía que este trastorno “desaparecía” con la edad o que era exclusivo de la infancia. Sin embargo, hoy sabemos que el TDAH es un trastorno del neurodesarrollo crónico, que puede persistir hasta la vida adulta y afectar seriamente el bienestar, las relaciones y el desempeño profesional.

En Little Steve, atendemos a numerosos adultos que, por primera vez, se plantean que lo que han vivido durante años —dificultades para mantener la atención, olvidos frecuentes, falta de organización, impulsividad, sensación de vivir a contrarreloj o de no cumplir con su potencial— tiene un nombre y una explicación.

Muchos llegan después de ver a sus propios hijos recibir un diagnóstico, y al reconocerse en sus historias, se preguntan: ¿y si esto también me ha pasado a mí toda la vida?

¿Por qué es tan importante el diagnóstico en adultos?

Porque ponerle nombre a lo que ocurre cambia todo. Ayuda a dejar de culparse, a entender por qué ciertas cosas cuestan más, a reenfocar la autoestima y a desarrollar estrategias adaptativas.

En los adultos, el TDAH suele presentarse con síntomas más sutiles que en la infancia: menos hiperactividad externa y más desorganización interna, problemas de gestión del tiempo, ansiedad, procrastinación, cambios de humor, agotamiento constante… También puede haber comorbilidades como depresión, trastornos de ansiedad o incluso trastornos por consumo.

Un diagnóstico preciso y respetuoso permite:

  • Comprender la historia personal desde otra perspectiva
  • Elaborar un plan de intervención acorde a la etapa vital
  • Mejorar relaciones familiares, laborales y sociales
  • Prevenir complicaciones emocionales o profesionales

¿Y después del diagnóstico?

Una vez completado el proceso, ofrecemos un informe integral y un plan de intervención individualizado. Este puede incluir:

  • Entrenamientos personalizados de neurofeedback y biofeedback
  • Coaching de funciones ejecutivas
  • Psicoeducación para la familia
  • Psicoterapia 
  • Coordinación con colegio o entorno profesional

Y lo más importante: todo el proceso se realiza con cercanía y sin juicios, respetando los ritmos de cada persona. En Little Steve celebramos tu potencial: el TDAH no te etiqueta, solo añade matices únicos a tus fortalezas.

Un nuevo paradigma para el TDAH

En Little Steve creemos que el TDAH no es un límite, sino una forma diferente de funcionar que, bien comprendida y acompañada, puede ser también una fuente de potencial.

Por eso no solo buscamos “poner un diagnóstico”, sino entender profundamente a la persona, su historia, su entorno y su funcionamiento psicofisiológico. Ese es nuestro valor diferencial.

¿Necesitas una valoración para ti o tu hijo/a?

Si sospechas que tú o alguien de tu familia puede tener TDAH, no esperes a que las dificultades se acumulen. Un diagnóstico certero puede marcar la diferencia entre el estancamiento y el avance. Ponte en contacto con nuestro equipo para una primera sesión informativa gratuita.En Little Steve, estamos aquí para ayudarte, desde la ciencia, con humanidad. TDAH en positivo.